TIPOS DE MASAJES
Masaje Relajante / Descontracturante
El masaje relajante se realiza cuando el cliente presenta un estrés físico o emocional, siendo éste último, el que con mayor frecuencia se presenta en la agenda del profesional y que es a su vez, la causa fundamental de la mayoría de otros síntomas físicos: cansancio, insomnio, tensión muscular, etc. El objetivo del masaje relajante es el proporcionar un bienestar general al organismo (gracias a las encefalinas y endorfinas que se liberan), cuyas características son el ritmo lento y constante en todas las zonas masajeadas, para conseguir el efecto sedante sobre el sistema nervioso, disminución de la tensión muscular y potenciar el sistema inmunológico. Con este masaje es muy interesante la aplicación de estiramientos musculares y técnicas respiratorias como complemento y éxito de las sesiones.
Masaje Reafirmante / Estimulante
El masaje reafirmante, también llamado estimulante o tonificante, nos ofrece una mejora en el tono muscular y del tejido cutáneo, especialmente para la prevención y el tratamiento paliativo de la flacidez en abdomen, brazos, piernas y glúteos, zonas muy críticas en la estética corporal. También se aplica en los tratamientos de «puesta en forma» sobre todo en situaciones como, por ejemplo, astenia en los cambios de estación, preparativos para la práctica de algún deporte, después de una enfermedad ya superada, etc. El masaje reafirmante estimula de forma rápida la circulación sanguínea mejorando el trofismo del tejido muscular y cutáneo, y aumentando la contractilidad muscular, gracias al ritmo medio-rápido y enérgico de las maniobras. La dirección de las maniobras es la de las fibras musculares (longitudinal y/o transversal) siguiendo trayectos antigravitatorios.